Para que nuestro pan conserve su frescura, sabor excepcional, su aroma y su textura el mayor tiempo posible, también cuidamos al máximo la fermentación de la masa madre.
Actúa como conservante natural. Su lenta maduración consigue activar una enzima que la harina contiene de forma natural y llamada fitasa. Por lo tanto, para obtener sustancias saludables y fácilmente digeribles por el cuerpo humano, como el zinc, magnesio o calcio, necesitamos aplicar humedad y tiempo en la maduración. Cuanto mas tarde en madurar la masa, mejor absorberá nuestro organismo los distintos minerales. El contenido ácido que se genera durante este proceso influye mucho en la conversión de los almidones de la harina en azúcares simples fáciles de digerir. Nuestra filosofía es aplicar siempre los mejores procesos y efectuar controles continuos para garantizar la alta calidad de nuestros productos.

Hemos invertido en nuevas tecnologías
Nuestra línea de producción, patentada, fue diseñada para ser una de las instalaciones mas eficientes en términos energéticos y con el objeto de ser respetuosa con el medio ambiente.
Todos nuestros productos se elaboran en hornos de piedra refractaria. Reciclamos el calor residual generado durante la producción para que, de este modo, se reduzca la cantidad de dióxido de carbono y otros gases nocivos que se liberan a la atmósfera. Nos preocupa el medio ambiente en el que vivimos y trabajamos. Queremos ser responsables porque sabemos que nuestro planeta lo merece.
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